Estas son las 5 preguntas más comunes que nos hacen los clientes antes de empezar un proyecto especializado en desarrollo de contenido.
Los casos que hemos ayudado a diagnosticar nos indican que este desafío se debe a que el contenido “educativo” desarrollado no es lo suficientemente atractivo para el público ya que suelen ser muy pesados; la explicación de los temas muy compleja y la realización total del curso es plana. Es por esto, que al desarrollar contenido para tu institución, debes realmente asegurarte de que este tenga bases educativas, pedagógicas y multimedia.
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Todo dependerá del objetivo que te has planteado. Si tu objetivo ha sido generar un cambio de actitud para la mejora del servicio al cliente, puedes implementar encuestas de satisfacción en las personas que son atendidas por las áreas correspondientes a fin de determinar si la percepción ha cambiado en relación a las primeras encuestas aplicadas.
Si por el contrario, has desarrollado contenido educativo para que los colaboradores se actualicen con una nueva normativa o proceso, puedes realizar exámenes para medir qué tanto se comprendieron los temas desarrollados en el curso.
Deberás evaluar que los alumnos sean capaces de realizar lo que el objetivo de aprendizaje plantea. Por ejemplo, si el objetivo es: enlistar los personajes históricos más importantes de la independencia. Así, lo que evaluarás será justo eso: que el alumno sea capaz de enlistar los personajes históricos más importantes de la independencia.
Sabemos que esta premisa podría ser obvia, pero es importante no dar por hecho que estás evaluando correctamente. Recuerda la importancia de diseñar los contenidos educativos. Nunca podrás ver resultados en tus colaboradores si no te has asegurado de que el contenido y las evaluaciones estén alineadas a los objetivos de aprendizaje planteados.
Utiliza enfoques que permiten la participación activa y significativa de todos los estudiantes, independientemente de sus habilidades o características individuales. Esto puede incluir versiones en diferentes formatos (texto, audio, video), ofreciendo opciones de lectura en diferentes niveles de dificultad o adaptar las actividades para abordar diferentes estilos de aprendizaje.
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Dedica tiempo regularmente a la investigación de nuevas publicaciones, estudios y artículos relevantes, según sea tu campo educativo. Utiliza bases de datos académicas, revistas especializadas, sitios web de organizaciones educativas, o conferencias para acceder a información actualizada.
Para mejorar constantemente la calidad de un contenido educativo, apóyate de una variedad de recursos. Por ejemplo:
La opción que elijas dependerá completamente de los objetivos de aprendizaje planteados.
Al utilizar estos recursos, puedes mejorar constantemente la calidad del contenido educativo entre tus colaboradores, manteniéndolos actualizados y brindándoles una experiencia de aprendizaje enriquecedora y efectiva.
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